Como ya expliqué este finde pasado estuvimos en North Devon, al sudoeste de Inglaterra. Parte de nuestro viaje fue turisteo y, como no podía ser de otra manera, buscamos regalos originales por si alguna vez alguien se anima a ir y tiene que hacer regalos a la vuelta.
Decir que el Galés/marujo que tengo en casa es peor que yo. Cada vez que vemos un regalito es el primero en decirme: "Y no haces una foto para tu blog?"...si es que luego dicen que los hombre no tienen gusto!!
En primer lugar la almohada-idolo. Vale tanto para viajar en avión, adornar el sofá de la casa de verano o, como no, para ser estrujado por la adolescente de turno porque tiene la foto del actor de Crepúsulo (que conste que lo he sabido investigando, ni idea de quien era este chico). ¿Que no te gusta la foto? No hay problema, en la tienda te ponen la foto que quieras. Vimos algunas fotos de boda...ummm...si lo hubieramos sabido antes... :-D
En segundo lugar el juego de ajedrez medieval-romano-griego, decir que no se muy bien, si es medieval (fiajos en la figura de la reina) 0 grecorromano (por los querubines que hacen de peones) o que narices pinta el elefante, persa?, como alfil...El caso. jugar, no se si se jugará, pero como clase de historia no tiene precio..
Y en tercer y último lugar, el perro almohada-bufanda. Que, ¿Por qué digo lo de bufanda?¿Os habéis fijado en la longitud del perro? Es un perro, una bufanda, una almohada...super coco? :-D
Como siempre, comentad, dadme ideas...que tiendas tacky no nos faltan por estos lares!!
WOoooo! Con el perro te has superado... Qué cosa más tacky!! jajajajajaja... Un día de estos te voy a copiar la idea y vamos a tener una batalla para ver quien encuentra el regalo más hortera de la historia xD
ResponderEliminar(Y que sigan rulando las ideas, que la navidad se acerca!)
Ay madre... son de esas típicas cosas que te regalan y no sabes qué hacer con ellas jajaja
ResponderEliminarBesotes!
Me meo, el perro es la leche, y la almohada-ídolo la he sufrido en carne propia: me regalaron una de Take That por mi cumpleaños a los once o doce años y me quise morir, no sé si más por la vergüenza de poseer semejante engendro o por la vergüenza ajena de que alguien se gastara veinte duros en regalarme ese horror. Pero todavía anda rodando por mi casa. Eso sí, la forré con tela negra para disimular un poco xDDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarEl perro bufanda me ha dado mucho miedo...no sé si podría posar mi cabeza ahí, que mal rollo me ha dado..,
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